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viernes, 17 de diciembre de 2021

Paisajes imposibles

    Son las Bardenas un escenario con infinitas posibilidades fotográficas en cualquier época del año. Cabezos, barrancos, escorrentías, estratos de colores, y multitud de formaciones rocosas ofrecen un interminable abanico de localizaciones interesantes.

    En esta ocasión me entretuve practicando con la técnica del espejo, colocándolo en diversas posiciones ante el objetivo con el fin de crear imágenes surrealistas obtenidas directamente de la cámara.

    De entre todas las obtenidas he seleccionado esta, tal vez por su originalidad y dificultad técnica.


    El proceso se inicia seleccionando al frente un motivo destacado, Piskerra en este caso, desde una ubicación que tenga a nuestra espalda otro motivo significativo. A continuación situaremos ante nuestro objetivo un espejo en posición vertical de modo que refleje el escenario a nuestra espalda. Lo más dificultoso del proceso consiste en conseguir la inclinación precisa para que en el visor de la cámara podamos ver tanto el motivo de la parte delantera como el de la trasera. 

    Habremos de utilizar la mayor abertura de diafragma posible (2.8 por ejemplo) para evitar que el canto del espejo quede definido como una línea (es preciso que quede difuminado). Por otro lado, y ya que el espejo se maneja "a pulso" e inevitablemente se producen trepidaciones, habremos de utilizar la mayor velocidad de obturación posible, incrementando si es preciso el ISO. También puede ser aconsejable el disparo en ráfaga.

    El resto es cuestión de práctica y de repetir el disparo en múltiples ocasiones hasta obtener un resultado aceptable, ya que la técnica no es sencilla.

    Es preciso tener la precaución de que ambas zonas, la anterior y posterior, estén iluminadas de forma similar, ya que suele ser corriente que si una de ellas es bañada por el sol directamente, la otra quede en sombra, con lo que los resultados no serán nunca agradables.

    La utilización de esta técnica permite obtener directamente en cámara imágenes oníricas y surrealistas que sorprenderán al espectador creando la inquietud necesaria para mantener su atención más allá del aspecto puramente estético de las mismas.

Puedes ver más imágenes de las Bardenas Reales de Navarra en mi web:

https://manuelfernandezfoto.com/galerias/bardenas

jueves, 30 de septiembre de 2021

Superando obstáculos

Seguro que todos en alguna ocasión hemos pasado por situaciones personales adversas que nos han sumido en estados de ánimo bajos o incluso angustiosos. Por muy evidente que sea o por lo fácil que resulta decirlo visto desde la distancia, resulta aconsejable adoptar posturas positivas al afrontar la solución de nuestros problemas. Tener siempre la esperanza de que al final del túnel encontraremos la luz, de que hay vida más adelante a pesar de que lo que percibimos como más cercano no sea precisamente motivo de alegría.

El estado anímico de un amigo me hizo reflexionar sobre estos pensamientos e hizo que me planteara la realización de esta imagen, ejecutada en un bosque de ribera cercano (una plantación de chopos). Para ello desprendí la corteza de un chopo talado hacía unos meses y practiqué un agujero en el centro, colocándola de forma vertical ante la cámara de modo que a su través pudieran apreciarse con claridad los árboles. El resto del proceso consistió en probar distintos objetivos y distancias focales para conseguir suficiente nitidez en ambos planos.

El resultado es una fotografía que muestra en primer plano el interior de la corteza muerta de un árbol, con sus tonalidades ocres, vetas y texturas representando nuestro afligido interior, mientras que en el segundo domina la luz, la vida y el color verde (símbolo de la esperanza), construyendo de este modo una metáfora visual con un mensaje de optimismo.


Anotación: Homenaje al pintor surrealista belga René Magritte



sábado, 11 de septiembre de 2021

Hipnosis

Reconozco que uno de los lugares en los que más a gusto me encuentro, tanto para pasear como para fotografiar, son los bosques: hayedos, pinares, choperas, robledales ...

Rodeado de sus troncos, cubierto por sus copas, y envuelto en su frescura y aire de misterio, el silencio despierta mi imaginación y, como si de un estado de hipnosis se tratara, encuentro la paz. El tiempo se detiene, las preocupaciones se disipan y tomo conciencia de la grandiosidad de la naturaleza y la insignificancia de nuestra propia existencia.

Esta imagen intenta representar todo ello. Mediante un giro intencionado de cámara se ha conseguido un efecto abstracto y envolvente sobre los troncos y ramas de los árboles, intentando transmitir las emociones vividas en el interior del bosque.



viernes, 3 de septiembre de 2021

La esencia del verano

Tal y como hicieron en su día los pintores del movimiento impresionista en el siglo XIX, pintando al aire libre e intentando captar el color y la luz en sus obras, existe en la actualidad entre los fotógrafos de naturaleza un movimiento que pretende captar directamente desde la cámara la belleza de la Creación de un modo artístico (incluso onírico), en el que se da más relevancia a los desenfoques, la luz, las formas y los colores, intentando crear inquietudes, transmitir sensaciones y sentimientos frente a las imágenes puramente documentales o realistas.

Así se pretende en esta fotografía realizada en un campo de girasoles, en la que mediante un movimiento intencionado de cámara se han desdibujado las flores sin que por ello dejen de ser totalmente reconocibles, haciendo alusión a la calidez de los días de verano y la alegría y positivismo simbolizados por el color amarillo.



jueves, 2 de septiembre de 2021

Desintegración

Cual terrón de azúcar, el mítico Castildetierra de las Bardenas se viene desmoronando desde hace miles de años como consecuencia de la acción del agua y el viento, que son quienes en definitiva le han dado su actual forma.

Mediante el uso de vaselina ante la lente del objetivo, se ha pretendido simbolizar este proceso acelerando la sensación de su irremediable desintegración.

La transmisión de mensajes y sensaciones también podemos lograrla en fotografía no solo mediante la utilización de recursos narrativos o estilos pictóricos, sino que también podemos lograrla a través de otros de tipo mecánico o técnico, que es lo que se ha pretendido en la presente imagen.



sábado, 14 de agosto de 2021

A través de otros ojos

Estamos acostumbrados a percibir nuestro entorno de una forma realista o documental. Así, un árbol no deja de ser un tronco con unas ramas y una flor un tallo rematado con unos pétalos de color. Y tanto es así, que por la propia cotidianidad a menudo nos pasan desapercibidos.

Sin embargo, si somos capaces de observarlos más detenidamente con una mirada renovada, desde nuestro interior, posiblemente descubramos que a través de ellos podemos despertar sentimientos y emociones que podemos intentar plasmar y transmitir a través de nuestras fotografías.

Esta imagen de una cabeza de girasol pretende precisamente conseguir ese objetivo. Ha sido realizada “a través de un ojo” recortado sobre una lámina de gomaeva recubierta con purpurina verde colocada entre el objetivo y la flor, en un plano iluminado directamente por el sol.

La intención era mostrar cómo un elemento simple como un girasol puede mostrarse de una forma más artística aplicando un efecto creativo sencillo, “mirando con otros ojos” y consiguiendo una imagen distinta de un elemento cotidiano, creando cierta inquietud y curiosidad en el espectador.

Se pretende igualmente transmitir el mensaje de que en la vida debemos centrar nuestra atención y fijarnos en lo esencial de las cosas evitando que los brillos casuales y efímeros nos distraigan de los valores verdaderamente importantes.



jueves, 25 de febrero de 2021

Barreras

    Esta es la historia de una de esas ideas fotográficas que a veces nos rondan por la cabeza y que no nos abandonan hasta que llegamos a materializarlas.

    Durante algún tiempo sentía la necesidad de realizar alguna fotografía de carácter simbólico con las zarzas como protagonistas. Había visto algunas imágenes de otros fotógrafos que me cautivaban y que despertaron mi interés, así que comencé a hacer algunas pruebas centrando la atención en el carácter espinoso de la planta.

    Esta fase no suponía ningún problema logístico, ya que son plantas que abundan en cualquier parte de nuestro entorno. Probé primero con el color y el balance de blancos, pero rápidamente me di cuenta de que el blanco y negro ofrecería resultados más adecuados a mi propósito, así que me decidí por trabajar sobre un fondo blanco y una clave alta para dotar a la imagen a la vez de un estilo minimalista.

    Sin embargo, los primeros resultados no eran de mi agrado. La inclusión de hojas en el encuadre aportaba demasiados elementos que distraían la atención sobre el carácter espinoso de la planta, que debía ser el verdadero protagonista. Por otro lado, los distintos tonos de las ramas todavía verdes producían sombras muy oscuras en la clave bitonal. Así que comencé a experimentar con ramas secas que ofrecían mejores resultados. De este modo llegué a la primera toma satisfactoria.


    La imagen me sugería varias ideas: privación de libertad, peligro, prohibido el paso, autodefensa, etc., pero la que más me atrapaba era la de una barrera, una barrera natural. Fue entonces cuando comencé a pensar en este carácter simbólico, desarrollando la idea de los obstáculos que continuamente debemos sortear y superar a lo largo de nuestra existencia: unos, como la zarza, son naturales y nos los impone la propia vida (enfermedades, accidentes, etc.), mientras que otros son artificiales y nos los creamos nosotros mismos (trabajo, hipotecas, etc.), de modo que ambos coexisten simultáneamente.  Pero para plasmar esto era preciso añadir algún elemento que representara estos últimos sin que se alterara ni la composición ni el carácter minimalista.

    Un alambre de espino pensé que sería una buena opción, así que, tras conseguir algunos trozos en un cercado abandonado, los dispuse alternándolos con algunas ramas de zarza frente a un fondo blanco y realicé varias tomas hasta llegar al resultado final que aquí se muestra, que además incluye la figura del símil, en la que se muestran dos elementos distintos con significado parecido.

 


    Además de sobre el mensaje que contiene la propia fotografía, el artículo pretende hacer reflexionar sobre el hecho de que muchas de las imágenes que vemos de otros autores tienen a veces detrás todo un proceso creativo que está muy lejos del simple hecho de apretar un botón. La maduración de una idea, la formación, la experimentación, el conocimiento de los distintos estilos artísticos, de los recursos narrativos y otros factores son los que a la postre permitirán dotar a algunas imágenes de un significado y una intención difícilmente alcanzables mediante el simple sistema de ensayo y error.

    Unas veces se consigue y otras no. A unos les dirá algo y a otros nada. A unos les gustará y a otros les parecerá una foto más. Pero ello no debe ser óbice para dejar de seguir intentándolo por este camino. Si a nosotros como autores nos satisface, el objetivo está cumplido. La contemplación de la imagen tiempo después nos volverá a traer a la mente su historia y significado, sin duda, algo muy enriquecedor y gratificante. O eso creo yo.

domingo, 7 de febrero de 2021

El último beso

Fue una mañana de verano en la que, como tantas otras, decidí visitar las Bardenas Reales de Navarra, a escasos kilómetros de mi casa.

Era un día soleado de los que suelo evitar para hacer fotos, ya que me siento más cómodo con días nublados, en los que la luz tamizada por las nubes me permite aprovechar la jornada sin tener que evitar las horas de luz intensa y sombras duras. Pero ya que no había otra opción, intenté sacar partido de la situación.

Me centré en buscar texturas y detalles haciendo pruebas y más pruebas en distintos emplazamientos hasta que llegué a la llamada Balsa de Zapata. El descenso de nivel de la poca agua que habitualmente contiene había dejado a su alrededor un lecho de barro que al secarse al intenso sol dejaba cuarteada su superficie.

Recorrí entonces el perímetro de la balsa buscando alguna forma reconocible en el barro persiguiendo capturar alguna metáfora o pareidolia. Y fue entonces cuando la vi: las figuras de dos cabezas que cual amantes ante la muerte, agonizaban dándose un último beso de amor.


Evidentemente se trata de una imagen de nivel simbólico, y ya sabemos que en estos casos es muy determinante la subjetividad del autor, es decir, que algunas personas pueden ver otra cosa o incluso no ver nada (aparte de una foto de barro cuarteado). Todo depende del bagaje personal de cada uno, de su experiencia, estado de ánimo, gustos, la cultura a la que pertenece, formación, etc.

Podríamos decir también que se trata de una alegoría, en la que a través de las metáforas presentes hemos dado a las grietas visibles un significado totalmente diferente y reconocible: por un lado, la metáfora en la que el barro seco nos sugiere la agonía y la muerte, y por otro, aquella en la que las figuras reconocibles nos proponen en cambio una situación amorosa ante el dramático final.

Está presente igualmente la figura de la personificación o prosopopeya, en la que el agrietado del lodo ha dado forma a dos cabezas humanas en una actitud amorosa.

Y por otro lado la Pareidolia: “Fenómeno psicológico de percepción visual en el que el ojo y la mente se confabulan para encontrar semejanzas de la realidad entre estimulaciones casuales del entorno y el bagaje cultural que todos guardamos en nuestra memoria procedente de nuestra experiencia” (Fran Rubia), es decir, que nuestra mente trata de establecer una relación con algo reconocido ante un patrón más o menos abstracto, en este caso dos cabezas humanas entre un patrón fractal del barro agrietado.

    Tampoco hemos de olvidar que una de las posibilidades que nos brinda la fotografía es el poder contar historias, expresar sentimientos y transmitir mensajes con ella. En este ejemplo, y dado su marcado carácter simbólico, podríamos estar sugiriendo una denuncia medioambiental como consecuencia del calentamiento global: la superficie resquebrajada alude a la fragilidad de los ecosistemas y al carácter efímero del poder generador de vida del agua. O podríamos estar contando el momento final de una pareja de amantes, o el triunfo del amor ante situaciones adversas.

El entrenamiento y la experimentación, además de una buena formación, ha de permitirnos sacar provecho de lugares o situaciones sin un interés aparente. Como dice el maestro Juan Tapia, “estos lugares sin interés resultan muy inspiradores para trabajar la creatividad por medio de la experimentación, pues van a requerir de un esfuerzo extra del autor para poder sacar el máximo partido de ellos”. Supone un buen ejercicio plantearse realizar fotografías en algún entorno sin potencial, sacar toda nuestra artillería (objetivos, filtros, recursos narrativos, niveles de expresión, etc.) y probar todo tipo de técnicas para intentar conseguir algún resultado creativo interesante. Seguro que con la práctica continua el esfuerzo necesario será cada vez menor, al contrario de lo que ocurrirá con nuestra satisfacción personal.

O al menos, así lo veo yo.