Estamos acostumbrados a percibir nuestro entorno de una forma realista o documental. Así, un árbol no deja de ser un tronco con unas ramas y una flor un tallo rematado con unos pétalos de color. Y tanto es así, que por la propia cotidianidad a menudo nos pasan desapercibidos.
Sin embargo, si somos capaces de
observarlos más detenidamente con una mirada renovada, desde nuestro interior,
posiblemente descubramos que a través de ellos podemos despertar sentimientos y
emociones que podemos intentar plasmar y transmitir a través de nuestras
fotografías.
Esta imagen de una cabeza de
girasol pretende precisamente conseguir ese objetivo. Ha sido realizada “a
través de un ojo” recortado sobre una lámina de gomaeva recubierta con purpurina
verde colocada entre el objetivo y la flor, en un plano iluminado directamente
por el sol.
La intención era mostrar cómo un
elemento simple como un girasol puede mostrarse de una forma más artística
aplicando un efecto creativo sencillo, “mirando con otros ojos” y consiguiendo
una imagen distinta de un elemento cotidiano, creando cierta inquietud y
curiosidad en el espectador.
Se pretende igualmente transmitir
el mensaje de que en la vida debemos centrar nuestra atención y fijarnos en lo
esencial de las cosas evitando que los brillos casuales y efímeros nos
distraigan de los valores verdaderamente importantes.