Páginas

sábado, 27 de diciembre de 2014

Laguna de La Nava y Senda de las Majadas

Para finalizar éste año 2014 hemos elegido para pasear un recorrido fácil pero con mucho juego fotográfico.
Nos desplazamos hasta la localidad riojana de Lumbreras y justo antes de llegar al cruce que le da acceso nos desviamos a la derecha hacia el sendero que conduce a la Laguna de La Nava. Tras un pequeño ascenso desde el que se aprecian unas excelentes vistas del pueblo sobre los riscos, llegamos a una bifurcación; tomando el camino de la derecha y tras un prolongado descenso llegamos a una amplia pradera donde pacen en libertad multitud de vacas con sus terneros recién nacidos; al fondo podemos ver ya la Laguna de La Nava rodeada de hermosos ejemplares de pinos que se reflejan en sus tranquilas aguas. Una vista preciosa.










Para completar la tarde nos hemos dirigido hasta la Venta de Piqueras (unos kilómetros más adelante), y tras reponer fuerzas y visitar el interesante Centro de Interpretación de la Trashumancia nos hemos recorrido los aproximadamente dos kilómetros de la Senda de las Majadas bordeando por ambos lados el río Piqueras, que presenta un buen cauce de agua con preciosas cascadas.

Muy interesantes también los corrales de los antiguos pastores de ovejas (Majadas) que salpican el recorrido junto a los chozos que éstos construían para guarecerse. Impresiona imaginar las duras condiciones de vida de éstas gentes en el siglo pasado.


Camino ya de vuelta a casa nos desviamos hacia Torrecilla en Cameros para fotografiar algún salto de agua del río Piqueras justo antes de llegar a la localidad.


jueves, 11 de diciembre de 2014

El hayedo de El Rajao, en Tobía

Tenía ganas desde hace tiempo de visitar éste precioso entorno natural del que tanto había oído hablar, así que por fin, junto con mi amigo Eduardo, hemos elegido un precioso día de mediados de diciembre para desplazarnos hasta Tobía y desde allí acercarnos al hayedo de El Rajao.
Desde el pueblo de Tobía hemos recorrido con el coche unos seis kilómetros por una pista semiasfaltada hasta que divisamos una construcción a modo de refugio en la que dejamos el vehículo para comenzar el paseo.
Hemos decidido hacer el recorrido en el sentido de las agujas del reloj por puro instinto, algo que al final hemos agradecido, ya que nos ha parecido que fotográficamente la primera mitad del recorrido es más interesante que la segunda.


Aunque para estas fechas los árboles ya están desnudos el recorrido es precioso, con el suelo totalmente rojizo por las hojas caídas y el murmullo del agua que baja por el río Tobía formando continuas cascadas.


Nos sorprende el tamaño de algunas de las hayas, tanto en grosor como en altura, seguramente porque el bosque es más claro que en otros hayedos que hemos visitado.
Con el río a la izquierda del camino comenzamos a ascender lentamente, ya que paramos con frecuencia en cualquier rincón que nos parece con interés fotográfico (y hay muchos).


Conforme vamos ganando altura el río queda más inaccesible encajonado en un barranco y empiezan a aparecer restos de las últimas nevadas. Aprovechamos para hacer algunas fotos macro y seguir ascendiendo a mayor ritmo.







No tardamos en encontrar el camino totalmente cubierto de nieve y la temperatura aconseja abrigarse bien. Algún madrugador se nos ha adelantado y ha hecho incluso un muñeco de nieve.






Una vez que hemos llegado a la mitad del recorrido el camino gira bruscamente 180 grados y comenzamos el regreso. Aún queda buen un tramo de camino totalmente nevado con los arroyos cruzando por encima, pero en adelante iremos alternando con zonas de sol (que agradecemos) y veremos cómo la nieve va desapareciendo conforme vamos perdiendo altura. Ahora son los pinos los árboles dominantes.


Ya casi al final del recorrido encontramos una pequeña cascada que pide a gritos una parada fotográfica.


Y en los últimos 500 metros un nuevo arroyo en el que realizar los últimos disparos.



Hemos vuelto al punto de partida, el refugio en el que dejamos el coche, y antes de emprender el regreso se nos apetece reponer fuerzas descansando en uno de los abundantes y bien cuidados merenderos de la zona.


Una experiencia preciosa, aunque nos quedamos con las ganas de volver el otoño que viene cuando el hayedo tenga todo su colorido de amarillos, ocres y rojizos en su esplendor.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Masterclass de José Benito

La Asociación Foto Arnedo ha organizado una Masterclass con el maestro José Benito durante el fin de semana del 6 al 8 de noviembre.
Una experiencia muy interesante y totalmente satisfactoria. Un lujo poder aprender de la mano de este genial fotógrafo que de una forma totalmente llana y amigable ha compartido sus conocimientos con el grupo de aficionados.
Comenzamos con una sesión de fotografía nocturna en el parque dedicado a los Dinosaurios de la localidad de Enciso. Clase de larga exposición con resultados como éste (mi primera nocturna a las ocho y media, noche cerrada):


El sábado comenzó dedicado con fotografías al amanecer en el Pantano de Perdiguero de Calahorra. Interesante lección bien aprovechada (creo):








La jornada del sábado se completó con una cata de vino comentada por el enólogo de la Bodega Cooperativa Ntra. Sra. de Vico, una comida de hermandad y un recorrido por el casco antiguo de Arnedo. 
Y finalizamos el domingo con una salida temprana al cercano Hayedo de Santiago, cerca de la localidad de Zarzosa, precioso en ésta época del año, en la que el maestro nos deleitó nuevamente con sus técnicas de fotografía macro.














Para finalizar, una visita a la pequeña localidad de Zarzosa, con el encanto de los pueblos serranos.




He aquí la fotografía de grupo de éste inolvidable fin de semana: