El río Ebro, a su paso por Alfaro (La Rioja) se encuentra flanqueado en ambas orillas por sotos salvajes y cultivados compuestos por multitud de especies arbóreas y matorral, sin duda una eficaz barrera natural frente a las periódicas inundaciones invernales y un hábitat sin igual para numerosas especies animales de todo tipo: garzas, patos, cigüeñas, cormoranes, nutrias, tejones y un largo etcétera de fauna más menuda.
Cualquier época del año es idónea para pasear por sus senderos, pero el otoño es por su colorido una de las más adecuadas para la fotografía. He aquí una muestra:
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