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domingo, 24 de abril de 2016

Laguna de la Nava en Lumbreras (Camero Nuevo)

En las inmediaciones de la localidad riojana de Lumbreras, en el Camero Nuevo, se encuentra la laguna de La Nava. Tiene una extensión aproximada de 26.000 metros cuadrados y un perímetro de unos 800 metros cuando se encuentra a su máxima capacidad, que suele ser en los meses de invierno, ya que en la época estival el volumen de agua embalsada se reduce notablemente.
Punto de partida: Desde la N-111 en dirección Soria, y justo antes de llegar al cruce que da acceso a la localidad de Lumbreras, se encuentra un desvío a la derecha señalado con un poste con indicadores verdes y amarillos que indican claramente el acceso a la Laguna de La Nava.
Hay que dejar el coche en el mismo camino de acceso nada más salir de la carretera, ya que se encuentra cortado (salvo para algún todo terreno).
Comenzamos el ascenso y a los pocos metros ya podemos retroceder la mirada y disfrutar de unas espectaculares vistas de la localidad de Lumbreras entre los sembrados y los riscos que la preceden.


Aproximadamente a un Km del punto de partida llegamos a la parte más alta del recorrido, que coincide con un cruce que debemos ignorar, siguiendo en la misma dirección y comenzando el descenso hacia la Laguna entre un pinar a la izquierda y un rebollar a la derecha.
Unos 700 metros más adelante, hemos llegado a nuestro destino. La Laguna se muestra ante nosotros entre un amplio prado de intenso verde salpicado de grandes pinos que se introducen en el agua.
A partir de este momento, podemos iniciar el recorrido circular de la Laguna admirando el paisaje desde todos sus ángulos antes de iniciar el camino de regreso por donde hemos venido.





Su vertiente oeste se encuentra ocupada por un bosque de pinos de gran porte, con el suelo ampliamente cubierto de restos de ramas y troncos, mientras que la de la cara éste intercala abundantes ejemplares de jóvenes robles entre los que es posible ver pastando algún ciervo.
El entorno de la laguna viene siendo ocupado por ganado vacuno como pastizal, por lo que el suelo se encuentra totalmente libre de maleza. Esto, unido al verdor de la hierba, la abundante humedad, la quietud del agua de la Laguna y los troncos tanto de los árboles en pié como derribados, confieren al lugar una singular belleza y un ambiente de sosiego y tranquilidad perfecto para pasear.





Desde la propia laguna puede incluso, siguiendo el camino de acceso durante unos 5 Km, llegarse hasta la localidad de Villoslada, puerta de entrada al Parque Natural de Sierra Cebollera. Pero eso queda para otro día.

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